Mi verdad
- mcorinaldesiflor
- 24 sept 2024
- 5 Min. de lectura
Han sido varias semanas desde la última vez que publiqué una nueva entrada.
Me decía que era falta de inspiración. Hoy, como tantas veces en que todo se acomoda con claridad, y amorosa sabiduría, pude ver que no era falta de inspiración, sino que, en realidad, seguía buscando un tema sobre el que escribir que fuera "aceptable". Que de alguna manera no mostrara tanto de mis creencias, algo que no fuera tan espiritual que alejara a las personas, que me rechazaran. Al final, buscaba escribir sobre algún tema que no mostrara tanto de mí.
Comprendí que seguía temiendo escribir sobre lo que realmente quiero escribir, porque una parte de mi abraza la verdad de mi alma, pero otra parte de mí teme ser juzgada, teme "perder gente", teme ser mirada como rara, teme ser vista.
Hoy comprendí finalmente, que soy yo y mi verdad las que tengo que abrazar, que es ese real salto de fe en mí, el que me libera. Que escribir desde mi alma, alejará a quien deba alejar, y acercará amorosamente, quien deba ser parte de mi camino. Con infinito amor acepto a quienes se vayan, a quienes se queden, y a quienes vengan.
A partir de ahora voy a contar mi historia genuinamente como ha sido. Finalmente sacando a la luz las partes que a veces no menciono por miedo a que no me crean, a que me tilden de loca, de rara. Hoy finalmente puedo decir que éstos terminos no me afectan.
El acto más valiente de fe, es aceptar realmente quien uno es, pero no sólo tras bastidores, sino ante el mundo. Un mundo en el que el prejuicio y la cancelación son moneda corriente, pero un mundo en el que los actos de amor, de compasión, de amabilidad, están presentes constantemente, e iluminan los rincones más oscuros.
Hoy conozco mi valor, y aunque sigo reforzando el suelo donde construyo, soltando creencias limitantes y aferrandome en la verdad que susurra mi alma, me elijo.
Las entradas que pueda llegar a escribir de ahora en más pueden ser reveladoras, dificiles de creer, de asimilar, pero son en escencia parte de mi historia. Son la historia que me ha convertido en quien yo soy, y abarzo cada uno de los instantes y agradezco que me hayan traído hasta acá.
Si te contara de la libertad podría ser abrumador. Incluso para mí que la estaba buscando, a medida que la iba encontrando me iba sintiendo más perdida, la iba sintiendo demasiado grande para mí. Claro, es que todavía caminaba aferrada a ideas de quien yo era, y que en verdad no soy.
A veces deseamos la libertad, pero nos hace sentir tan ilimitados que apabulla. A veces sabernos entre cuatro paredes, por más asfixiantes o inadecuadas que sean para nosotros, nos hace sentir mejor que "al descubierto". A veces, caminar el camino que alguien trazó para nosotros, es más fácil que animarnos a encontrar nuestro propio camino. Pero el costo es siempre muy alto, a veces perdemos el brillo, a veces nos quedamos en la tristeza, a veces nuestro cuerpo se enferma, nuestra vida se vuelve tóxica, nuestros hábitos también.
Cuando hablo de la libertad, hablo de vivir una vida construida por y para mí, para lo que siento en mi alma que soy. He vivído vidas en base a lo que otros esperaban de mí, a lo que pensaba que debía ser. He vivido vidas desde el miedo, desde la limitación, desde la carencia y la falta de amor, ese amor que en el fondo todos buscamos, porque más en el fondo, todos ya sabemos que merecemos.
El amor incondicional es justamente un amor sin condiciones. Un amor que nos envuelve no porque seamos perfectos, impecables, sino porque es nuestra verdadera escencia. Venimos a esta vida a recordar ese amor. Venimos a esta vida a vivir la carencia para recordar, y elegir, la abundancia que merecemos. Venimos a veces a sentir la oscuridad para recordarnos la Luz que vive en nuestro interior.
Pero soltar la carencia y abrazar la abundancia, es una elección.
Confiar en que "lo malo" que nos pasa es siempre una oportunidad para gran crecimiento, también es una elección.
Cuando nos animamos a escuchar la incomodidad, que viene a decir que soltemos y busquemos algo más, que a pesar de tener miedo demos el paso, es como volver a sintonizar nuestra propia frecuencia de radio, que nos va a guíar por el mejor camino para nosotros. Un camino donde el sufrimiento es mucho menor, donde el dolor cobra sentido como un gran maestro, no como un castigo, y así, nuestro camino finalmente se vuelve luminoso, y vivimos más livianos, y atravezamos los desafíos sabiendo que somos sostenidos, que no estamos solos, que tenemos una fortaleza adentro nuestra que es ilimitada como nuestra existencia. Y así finalmente nuestra visión de las cosas cambia, y podemos ver a todo nuestro alrededor los actos de amor, la gentileza, la compañía, pero nos permitimos ver que en nuestro interior está TODO.
Venimos a recordarnos nuevamente, a abrazarnos en todo lo que somos, con todos nuestros colores, a aceptarnos; porque solamente en esa honesta aceptación, podemos soltar los que nos tira para abajo, podemos finalmente ver lo que nos incomodaba ver, para transformarlo en la belleza más conmovedora, en quienes realmente somos.
La idea de este blog siempre ha sido contar mi historia, y todo lo que he aprendido en el camino. Es el testimonio de que se puede tranformar el profundo dolor en una vida llena de sentido, de amor, de sonrisa y de compasión. Es testimonio de que el sufrimiento es una elección, simplemente porque no sabemos que es una elección, y que podemos elegir algo más.
Mi historia ha estado llena de profundo dolor, de incomprensión, de etiquetas como "depresión" y "trastornos alimentarios", y hasta de deseo de soltar esta vida porque el dolor era demasiado. De sentir que no encajaba, de no comprender que veía cosas que otros no veían, que sentía las emociones de otros, dolores ajenos, soledades ajenas.
Pero es una historia llena de sabiduría, de búsqueda, de amor, de Luz y alegría. De seguir a pesar de no ver el camino, de soltar, de confiar, de aceptar mis dones. De darle la bienvenida conciente a esos guías espirituales y angeles de la guarda que tenemos, tanto en este plano terrenal como en los otros, que están siempre al lado nuestro, guiandonos, encarrilandonos, sosteniendonos.
Es una historia de esperanza, de expansión. Al final, es una historia de amor, y todos los días se sigue escribiendo.
Vas a leer sobre vivencias cotidianas y no tanto, de mensajes canalizados, de experiencias con almas desencarnadas, de las vueltas de la vida que a veces parecen casualidad, pero que tal cosa en verdad no existe, porque todo en nuestra vida, responde a un plan más grande.
Te invito a tomar de mis palabras lo que sea que te resuene y que creas que puede servirte, y soltar el resto.
Al final la mejor guía que podemos seguir es la que está adentro nuestro, pero hay que recordar como escuchar, como construir ese camino de regreso al Hogar, a ese Hogar que somos en nuestro interior.
Entonces ahora sí, oficialmente, te doy la bienvenida a: El viaje de mi alma.

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